Estos días se celebra la Semana Europea de la Movilidad, unas fechas en las que, más allá de los eventos institucionales, la ciudadanía reclama un compromiso para implantar medidas que construyan cuidades más vivibles y accesibles. Medidas, por ejemplo, como la reducción del uso del automóvil en áreas urbanas y metropolitanas, y el fomento de los desplazamientos a pie o en bicicleta.
Y como nos encanta la bici, rescatamos de la hemeroteca este artículo, «Pedaladas de cambio, placer y alegría«, de una de las pandoras, Izaskun Aroca, donde nos cuenta cómo la historia y el uso de los velocípedos tienen mucho que ver con el proceso de liberación de las mujeres y el feminismo. ¡Lean y disfruten!
La historia de la bicicleta está inevitablemente unida al proceso de emancipación de las mujeres de clase media blanca. Como indica el autor de Biciosos, “la bici permite a las mujeres salir solas, cambia la forma de vestirse, acaba con los corsés y se empieza a hablar del disfrute sexual de la mujer y de cómo los sillines pueden provocar orgasmos, aunque, por supuesto, no se nombra así”.