«Estoy convencida de que gran parte de nuestros dolores, nuestras patologías, y especialmente las femeninas, tienen que ver con ese horror laboral y con esa sobrecarga. A esto hay que añadir el hecho de que la medicina está descrita con un patrón masculino y patriarcal. Eso lleva a que las mujeres, como género más vulnerable y más castigado en el capitalismo y, por tanto, más susceptible de enfermar, tengamos enfermedades que no están descritas y que nos llevan directamente al corralito de las locas, de las ansiosas, de las que no somos lo suficientemente fuertes para aguantar las exigencias de la vida laboral».
Entrevistamos a Marta Sanz para El Salto.