En 1977 un libro inaudito irrumpió –brevemente– en el panorama editorial español. Se trataba de Antifémina, el primer libro gráfico abiertamente feminista, una colaboración entre la fotógrafa Colita y la escritora María Aurèlia Capmany. El libro, reivindicativo y sorprendentemente actual, nos acercaba a la realidad de las mujeres de la época, mostrando a mujeres reales haciendo cosas normales, aquellas que no encajaban en el ideal de fémina al uso dictado por el franquismo. La obra mostraba la inadecuación entre la realidad y los esquemas de la sociedad de aquel entonces. Cuando la editorial que publicó el libro fue consciente del alcance revolucionario de la obra, lo retiró inmediatamente por considerarlo un libro subversivo. Los 3.000 ejemplares de Antifémina acabaron en la trituradora y solo sobrevivieron escasos los ejemplares enviados a librerías. Pronto se convirtió en un libro de culto.
47 años después, el Círculo de Bellas Artes ha organizado una exposición con las imágenes tomadas por Colita, en la que se pone de manifiesto el valor del libro. Pandora Mirabilia tuvimos la suerte de acompañar la exposición realizando una serie de visitas guiadas durante el mes de marzo.
“La mujer es un ser marginado tanto si se hace monja como si se hace prostituta”, escribía María Aurelia Capmany junto a uno de los retratos de Colita recogidos en Antifémina. A través de las visitas guiadas, quisimos rescatar a todas esas mujeres que el franquismo mandó a la trituradora, a todas esas anti-mujeres, reverso del ideal de mujer española dictado por el régimen, de la fémina al uso, relegada a las tres C: “casa, cocina y calceta”.
Hicimos un recorrido por el significado de ser mujer en aquella época, y echamos la vista atrás para conocer los mecanismos de represión y discriminación que la dictadura franquista activó contra las mujeres. El régimen utilizó todos los resortes a su disposición para apartarlas del espacio público, marginarlas y convertirlas en seres subsidiarios del hombre, encontrando su mayor apoyo en la Iglesia, y orquestando una pseudoeducación que les asignaba un cometido social concreto: ser las perfectas madres y esposas.
Asimismo, descubrimos el valor de Antifémina, considerado el primer libro gráfico abiertamente feminista en nuestro país, un libro proscrito, creado por dos mujeres intelectuales y valientes, Isabel Steva, Colita, y María Aurèlia Capmany. Cada una desde su profesión, una, fotógrafa, y la otra, escritora, lucharon en una época convulsa para dignificar el hecho de ser mujer y hablar de feminismo, de manera clara y directa. La exposición conecta con el presente porque queda mucho por hacer y ellas fueron mujeres que se lanzaron a trabajar, a vivir y a ser libres. Hoy reivindicamos la figura de estas dos mujeres, que son nuestras antecesoras, y la relevancia de Antifémina.
“Y esto que vamos a ver no es otra cosa que el contacto con la realidad y nada hay más estimulante, más corrosivo, más revolucionario que la realidad”. María Aurelia Capmany.
La exposición se puede visitar hasta el 5 de mayo en el Círculo de Bellas Artes.