La tercera sesión de ‘Querían brazos y llegamos personas’ fue muy emocionante. Tras tres meses de parón por la crisis sociosanitaria de la covid-19, por fin pudimos reencontrarnos y vernos las caras (o al menos la parte del rostro que dejan ver las mascarillas). Han sido meses duros. Muchas compañeras han tenido que pasar el confinamiento como internas, sufriendo un doble encierro; otras han perdido sus trabajos. Durante este tiempo, el grupo de WhatsApp que creamos para el proyecto siguió activo, pero nos dimos cuenta de que trasladar las sesiones a formato online era imposible. Además de que se perdía la riqueza del encuentro presencial y de la creación colectiva, muchas compañeras no tenían los medios: un ordenador, conexión a internet y un tiempo y espacios propios para escribir.
Así, por fin el 21 de junio nos volvimos a reunir y retomamos la radionovela donde la habíamos dejado. Ya teníamos mucho material autobiográfico y los personajes esbozados; ahora tocaba comenzar a desarrollar las escenas.
Analizamos varios materiales para inspirarnos. En primer lugar, una escena de la película brasileña Una segunda madre, protagonizada por Val, una mujer que trabaja como interna para una familia adinerada de Sao Paulo. Todo cambia cuando Val se trae a la casa a Jessica, su hija adolescente que va a comenzar a estudiar en la universidad. Vimos la escena en la que Jessica se baña en la piscina con el hijo de los jefes de Val.
Observamos cómo se construye una escena. Tiene que tener un objetivo, en este caso, mostrar las diferencias de clase y cómo, aunque se traten de enmascarar bajo una retórica afectiva (de ahí el título de la película), al final no dejan de estar presentes y de marcar las vidas de los personajes. También vimos cómo se articulaba a partir de un conflicto: la acción de Jessica pone en peligro el empleo de Val, aunque ella no sea consciente, porque desafía las jerarquías de clase.
También, para ir afinando el oído, escuchamos dos podcast. La lectura dramatizada que hicieron las compañeras del programa Sangre fucsia sobre la novela Las hijas de Egalia, en la que se invierten los roles de género, y un fragmento de La Venganza de Guayota, radionovela de Las Chicas del Volcán. En el episodio, las protagonistas se enfrentan a un horrible partido fascista. Observamos los recursos que se utilizan en el formato sonoro para transmitir emociones y para dar información, distintos a los de una película en la que muchas cosas se explican a través de las imágenes.
Terminado el ejercicio de análisis, nos pusimos manos a la obra con la escritura. Nos dividimos en tres grupos. Cada uno retomó uno de los personajes que habíamos esbozado en la sesión anterior, y desarrolló las siguientes situaciones:
- La tarde en que le cuenta a su familia que va a emigrar.
- El día que llegó al aeropuerto de Madrid.
- La entrevista de trabajo para entrar a trabajar como interna en una casa.
- Un día cualquiera en la casa en la que trabaja.
- El día en que vuestro personaje se hizo una amiga en el trayecto al trabajo.
Quedaría una escena final, la primera asamblea de Territorio Doméstico, en la confluyen todos los personajes. Tras dedicar un buen rato a escribir, pusimos en común los guiones con lecturas dramatizadas e improvisaciones de las escenas. Basadas en historias reales, en ellas se retratan situaciones duras pero siempre con un punto de humor y esperanza.
De cara a la siguiente sesión, vimos algunas cosas que estaría bien incluir en ellos y que echamos en falta:
- Hablar de las cadenas globales de cuidados. ¿Quién cuida a la familia de allá? ¿Cómo cuidamos desde la distancia? Hablar de lo duro que es dejar a los hijos atrás.
- Incluir algún conflicto con el problema de no tener papeles.
- Hablar de otro gran conflicto: las dificultades que existen para empadronarse. No es algo baladí: empadronarnos nos da derecho a la sanidad y a otros servicios sociales. Muchos empleadores prometen hacerlo pero luego no cumplen.
- Otro conflicto: lo que eras en tu país / de qué trabajabas, tus aspiraciones allá, con lo que eres aquí y el trabajo que tienes.
- Incorporar la situación creada por la covid-19 y lo que eso ha supuesto para las trabajadoras domésticas.
En la próxima sesión, el 5 de julio, terminaremos de rematar las escenas y de escribir los diálogos, para poder cerrar los guiones y comenzar con la grabación.
Aquí tienes la relatoría sonora: