El proyecto Mapas de la ciudad viva, realizado en colaboración con la Federación de AMPAs de Coslada, comenzó su andadura con una primera toma de contacto con alumnado de institutos del municipio. Con ellas y ellos hicimos un pequeño diagnóstico sobre los lugares de ocio que frecuentan, a qué dedican su tiempo libre y qué tipo de actividades hacen. Esto nos permitió detectar una serie de lugares que serían paradas en nuestros recorridos.
En octubre conformamos un grupo de siete chicas y chicos y comenzamos con un par de sesiones de formación. En ellas nos sumergimos en experiencias similares a la nuestra para inspirarnos:
- El proyecto la Ciudad viva en Andalucía.
- Los mapas de la ciudad prohibida que ha hecho Plazandreok en el País Vasco.
- El proyecto de transformación urbana Oasis en el barrio madrileño de El Ruedo.
- Proyecto Autobarrios que está llevando a cabo Basurama y la arquitecta Sarah Fernendez-Deutsch en Villaverde (Madrid).
Estas iniciativas y una dinámica de role play nos permitieron ponernos en situación y empezar a pensar en qué cuestiones queríamos fijarnos. En una segunda sesión empezamos a pensar una serie de indicadores sobre aspectos como la movilidad, la seguridad o el uso del espacio y el ocio. Tras un debate y una lluvia de ideas, hicimos un listado que hemos plasmado en una ficha de análisis, que nos servirá como herramienta de investigación en nuestros recorridos.
Entre sesión y sesión, además, Alberto, Cristina y Ana hicieron un primer recorrido en el que investigaron sobre las dificultades que se encuentra una persona que vaya en silla de ruedas. Este es el flamante resultado: trabajo de ciudad viva.
Puedes seguir toda la información del proyecto en su blog.