Si aplicamos las herramientas de análisis que propone el urbanismo feminista y la coeducación, observamos que el patio escolar no es neutral al género sino que concede protagonismo a unos usos en detrimento de otros, e influye en los comportamientos que se producen en él.

Este proyecto busca potenciar la accesibilidad, la sostenibilidad ambiental y la participación de toda la comunidad educativa en la configuración del los patios de recreo. Primero se crea un grupo motor, después se elabora un diagnóstico participado sobre los usos del patio al que le sigue una serie de talleres para elaborar las propuestas de mejora. Finalmente, se transforma el patio con la comunidad educativa, priorizando el uso de materiales reciclados y la autoconstrucción.

Vídeo resumen de la primera edición.