El verano de 2020 va a ser —sin duda—inolvidable. Te animamos a que añadas una capa más de recuerdos a la inexorable actualidad con la lectura de alguno de estos títulos. Ficción y no ficción para peques y mayores que el equipo de Pandora Mirabilia hemos seleccionado especialmente para esta atípica temporada estival. ¡Búscalos en tu biblioteca más cercana!
Desierto sonoro, de Valeria Luiselli (Sexto Piso). Una road movie literaria donde la autora mexicana se consagra como novelista. Una familia peculiar y en crisis emprende un viaje atravesando el sudeste los Estados Unidos. Cargados de libros (y audiolibros), grabadoras, micrófonos y cuadernos, quieren contar algunas de las realidades que definen la realidad actual de EEUU: la de una de las colonias de indios americanos y la de los niños apresados en la frontera con México debido a la política de inmigración vigente. ¿Se mantendrá unida la familia protagonista en este viaje o por el contrario, éste les desunirá aún más? No os hacemos spoilers, os invitamos a sumergiros en este viaje.
El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, de Becky Chambers (Insólita). Aunque se publicó originalmente en 2014 (y en castellano en 2018, con traducción de Alexander Páez) esta vuelta de tuerca a la space opera clásica es más necesaria que nunca. Y es que El largo viaje… es una novela que entretiene a la vez que devuelve la fe en la humanidad y calienta el corazón gracias a la visión del mundo que transmite la autora. Un horizonte de entendimiento intergaláctico, apoyo mutuo y respeto a las diferencias de todas las especies sapientes, incluyendo las inteligencias artificiales. Hope punk en estado puro sin grandes alardes estilísticos que arranca una lagrimita de emoción y una sonrisa en cada página.
Las cosas que perdimos en el fuego y Los peligros de fumar en la cama (Anagrama), de Mariana Enríquez. “No es lo mismo encontrar huesos perdidos en una abadía inglesa del siglo XVI que en la Argentina de hoy”, dice Mariana Enríquez sobre su literatura. En sus cuentos, fantasmas, desaparecidos y maldiciones conviven con las heridas de la dictadura, la violencia machista o los desgarros del neoliberalismo. Ganadora del premio Herralde por su inmensa Nuestra parte de noche, merece la pena detenerse en sus relatos para adentrarse en el universo de esta autora.
Las hijas de Karl Marx. Correspondencia familiar (1866-1898) (Libros Corrientes). En esta cuidada edición nos podemos asomar a 30 años de correspondencia entre Jenny, Laura y Eleanor Marx, tres mujeres inteligentes implicadas en los problemas de su tiempo y con un gran sentido del humor. Grandes acontecimientos de la época como la Comuna de París (que Laura y su marido Paul Lafargue relatan desde Francia) o la I Internacional se alternan con los avatares cotidianos: divertidas anécdotas con amistades y amores, penurias económicas, recomendaciones literarias o enfermedades y achaques. Lo mejor, descubrir el afecto y la íntima relación de las hijas con su padre, algo poco común en esa época, así como la trastienda de esos años revolucionarios desde la perspectiva de las hermanas Marx.
Atrapamiradas, de Marina Núñez y Avi Ofer (Kalandraka). Cualquier lector podrá ver en Atrapamiradas el reflejo de la realidad que le rodea: personas mirando diferentes tipos de pantallas. Dirigido a público de 3 a 5 años este libro es, en realidad, para compartir con las personas adultas porque lo que busca es conjurar el poder de los “atrapamiradas”. Este sencillo libro ilustrado es necesario en estos tiempos de brutal enganche a las pantallas y los dispositivos tecnológicos.
En el piso de abajo. Memorias de una cocinera inglesa de los años 20, de Margaret Powell (Alba). Powell nació en 1907 en una familia pobre. Era tan buena estudiante que le ofrecieron una beca que tuvo que rechazar para ponerse a trabajar, primero en una lavandería y —desde los 15 años— en el servicio doméstico. Nunca abandonó su afición a la lectura ni a cuestionar el statu quo, como se reflejan en estas memorias mordaces, alejadas tanto de la edulcoración de las ficciones televisivas que inspiraron (Arriba y abajo, Downton Abbey) como de un infructuoso resentimiento. Son una combinación perfecta de ligereza costumbrista y vigente crítica a la estructura de clase y género.