Izaskun Sánchez escribe en el periódico Diagonal sobre cuentos que retan las visiones más clásicas e inventan nuevas historias y referentes. Ahí podéis encontrar a Un cuento propio, pero también las preciosas historias de Olga de Dios o el corto La peluca de Luca.
La búsqueda de otros referentes en la narrativa infantil también fue una de las motivaciones que llevaron a la cooperativa de género y comunicación Pandora Mirabilia a crear Un cuento propio. Historias para escuchar, heroínas por descubrir. Un disco con siete relatos infantiles no sexistas que cuentan, acompañados de música, la historia de mujeres aventureras, creadoras y atrevidas que la historia oficial ha dejado de lado. Frente a la televisión, con contenidos y horarios que en muchos casos no tienen en cuenta quién está al otro lado de la pantalla, “los cuentos” –como indica Marta Monasterio, una de las integrantes de Pandora Mirabilia– “son una herramienta de trabajo privilegiada. Conectan con los deseos de los peques y su atención, a partir de la magia, la imaginación, la creatividad”. Irene García Rubio, que también forma parte de la cooperativa, pone el foco en los mundos que nos muestran los relatos, “modelos de actuación con los que identificarnos, horizontes posibles que luego usaremos en nuestra vida diaria”.
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